Á   R   B  O  L   E   S

de conocimento

y 

GIGANTES con pies DE BARRO

Àgit, 1997.

<<Todos los hombres desean por naturaleza saber>> (1). Desde las cuestiones prácticas diarias a las de mayor rango, superar, más bien dicho, sobrellevar nuestra ignorancia ha sido siempre un ambicioso y necesario objetivo de nuestra especie. Se cree que hace unos 500.000 años los humanos tomamos conciencia de nosotros mismos y que este proceso natural fue progresivamente intelectualizado. Por eso, sin entrar en qué se puede considerar conciencia, en si podría haberse dado en otro momento o qué es el ser humano, me parece importante destacar dos cosas: que desde hace mucho más tiempo del que pensamos el hombre reflexiona sobre su entorno y sobre las condiciones de su propia existencia, bastantes siglos antes de los primeros escritos de la historia; y que considero que en realidad esta fracción de tiempo hasta ahora es muy pequeña, demasiado corta para suponer que la humanidad está en un momento tan avanzado como acostumbramos a pensar, y tan emancipados de una naturaleza física y de un universo de los que formamos parte esencial (2). 

Es incuestionable el adelanto a que hemos llegado algunos, el 20% de la población actual. Estamos en un momento que facilita un gran bienestar material y una mayor esperanza de vida a una elevada cantidad de personas como nunca se había visto, pero la riqueza que lo ha permitido es la de una civilización asociada a una imparable tendencia auto-destructiva, que muy probablemente acabará arruinándose ella misma y al resto del planeta si no aplicamos medidas drásticas mañana mismo (3). 

Más allá de grandes parlamentos en solemnes auditorios, a pesar de haber mayor percepción pública del problema medioambiental, la falta de interés real y de hechos contundentes por parte de instituciones en manos de una economía depredadora de los recursos naturales, la suciedad en forma de contaminación y de residuos que genera el mundo industrializado crece sin parar. Sus efectos en el medio ambiente van más allá del aumento de temperaturas que cada verano podemos comprobar. El reciclaje y el mito de la sostenibilidad consiguen poca cosa más que limpiar nuestras refinadas conciencias consumistas de primer mundo (a partir del Covid 19 habrá que sumar una enormemente mayor acumulación de plástico de un solo uso más nuevas clases de residuos y, cuando se empiecen a recuperar las grandes economías,  una aceleración que convertirá en poco más que palabrería cualquier medida). Hasta que no llegue al cuello de las ignorantes autoridades y de sus inconscientes votantes del mundo acomodado dudo mucho que actuemos de verdad. Inmerso en una ciega carrera tecnológica, a nuestro tiempo, en el que el 1% de los hombres acumulan la misma riqueza que el 99% restante, poco le parece importar dejar un planeta devastado a sus descendientes; cualquier persona que haga una labor de fría prospectiva deducirá que es altamente improbable que se ejecute un acuerdo global que evite un colapso generalizado y sus consecuencias en los próximos 15 años, tiempo máximo para que la temperatura del planeta aumente de manera irreversible.

Quand on est dans la merde jusqu'au cou, 

il ne reste plus qu'à chanter. 

Samuel Beckett

Pienso que la búsqueda de conocimiento de la humanidad debería priorizar el de nosotros mismos para hacer frente a nuestras peores características; puede que así podamos prevenir algunos efectos nefastos de nuestra inconsciencia. El actuar inconsciente del hombre de hoy, asociado a la arrogancia de los que llevan las riendas de cada vez más estados relevantes, supera en importancia cualquier cosa vista antes en la historia por un solo factor: cada vez más afecta a todos los habitantes del planeta y a la continuidad de la vida https://detemasytemas.files.wordpress.com/2012/08/cipolla-carlo-m-las-leyes-fundamentales-de-la-estupidez-humana.pdf. 

Relacionar desde la antigüedad la figura del árbol como símbolo del conocimiento humano se debe a que sus características formales parecen mostrar similitudes con una imagen habitual de nuestro saber: raíces, tronco y ramas. Aplicado a un mundo presente con un exceso de información, y con las clásicas áreas del saber infinitamente divididas, con o sin fundamento, en disciplinas de todo tipo (quizás uno de los errores que nos han llevado a tener grandes conocimientos que también nos hacen perfectamente capaces de cargarnos la vida en la tierra), el escaso fundamento sólido de un mundo actual inmensamente sofisticado, pero con un "alto índice de incultura y muy poco espíritu crítico" (Carbonell, Agustí, 2020), creo que viene de una raíz mal sembrada, es decir, del poco conocimiento de nosotros mismos como especie y como individuos, de no haber cultivado suficientemente la eterna cuestión sobre qué somos, de dónde venimos y en qué dirección deberíamos ir, anteponiendo el tener y poseer a ser humanos. Por eso opino que el desigual mundo de hoy, con sus sociedades globalizadas y desiguales, es un enorme y voraz gigante consumista y tecnológico con poca base  como en el sueño de Nabucodonosor, donde aparecía una estatua con cabeza de oro, pecho y brazos de plata, vientre de bronce, piernas de hierro y pies de barro sin mezclar que lo hará desmoronarse pronto o, por analogía, como un árbol lleno de objetos pesados, pero de escasa raíz (4).

 Árbol del conocimiento del bien y del mal, siglo XV, 

y representación del Yggdrasil, árbol de vida de la mitología nórdica, 1847.

Con presencia en más culturas que en la nuestra, clara heredera del mundo greco-romano y del cristianismo, la analogía del conocer humano con formas arborescentes ha dado lugar a una fructífera tradición que llega hasta la ciencia de nuestros días (5), pero la intención de este trabajo dista mucho de ser poca cosa más que una simple nota para el conjunto de imágenes que he escogido. La reflexión general es que veo muy poco factible un cambio tan grande para reconsiderar la dirección global que, en algún momento de ilusoria fe en el progreso por el progreso, acompañado de ciega codicia, llevó al ser humano a poder estar orgulloso de ser un niño jugando con fuego suficiente para enviarlo todo por los aires. 

Prometeo lleva el fuego a la humanidad, H.F.Füger, 1817 

y Prometeo encadenado de Ribera, 1630    

Quizás por conocer nuestra tendencia a la desmesura (Hybrys), los dioses griegos no permitían que el hombre poseyera el fuego, origen mitológico de la ciencia y la tecnología. Como castigo encadenaron a Prometeo y una águila le devora el hígado eternamente por haber osado llevar a los hombres un regalo demasiado poderoso para ellos. Prometeo, forjador de la humanidad y figura del sabio que trae el progreso, roba el fuego de los dioses con el convencimiento que será de gran utilidad. Aunque quizás lo que realmente no quieran los dioses es que nos lleguemos a parecer a ellos, como se sugiere en el Corán (6), lo cierto es que, hoy por hoy, creo que somos incapaces de controlar las inmensas fuerzas de la naturaleza que tenemos en nuestras manos.

Después de esta alegre introducción, espero compensar el tono con la belleza de los diferentes árboles de sabiduría y de vida que he encontrado, como los de Ramon Llull que, anticipándose más de 600 años a Turing, es precursor de los sistemas de almacenamiento de la informática actual (Cuartero, 2012); y que seguramente se inspiró en el árbol de Porfirio, neoplatónico del siglo III, que adaptó de la lógica del momento en una taxonomía donde los conceptos van de lo universal a lo particular. 

Ramon Llull, Arbre de filosofia d’amor, París, 1298

Ramon Llull, Arbor Scientiae. Pere Posa, Barcelona 1505

IIlustración del Arbre de ciència, versión en forma enciclopédica el Art general o Ars magna, Roma, década del 1290 y Llibre del gentil e dels tres savis, 1274-1276

Se cree que el fuego se descubre como mecanismo de adaptación humana y de transformación social hace aproximadamente 800.000 años (Gesser Bennot Yako'v, Israel), pero no se extiende su uso por el género Homo hasta hace unos 400.000 años (el uso global del teléfono móvil se generalizó en unos 30 años). Hoy, la socialización humana, <<que promueve la transmisión de autoconsciencia y de conocimiento universal, ha acortado significativamente el tiempo de propagación>> (Carbonell, 2015). Entre otros ejemplos, alrededor de los hogares, donde se reunía el grupo todavía hasta el siglo XIX, se daba lugar al intercambio de impresiones y a manifestaciones primigenias de conciencia colectiva como el culto funerario y el arte (7). Hasta que emerjan construcciones como la literatura religiosa y la filosofía, tradicionalmente situadas en el inicio de las primeras culturas, todavía hay un gran trayecto. 

La raíz de todas las cosas es el discurso y las palabras. 

Quien no sabe nada del discurso y las palabras los considera insignificantes, 
aun así el discurso es el fruto del árbol de la acción. 
El Altísimo creó el mundo mediante una palabra
pues dijo ¡sé! y cobró existencia.

Rumi

Queriendo tentar a los ciegos, 

en juego dejó el Buda ir palabras de su boca de oro; 
Cielo y tierra están llenos, desde entonces, 
de un enredo de zarzas.

‘Dai-o Kokushi’


La razón humana tiene el destino singular 
de encontrarse asediada por cuestiones que no puede eludir 
por ser planteadas por la misma naturaleza de la razón, 
pero a las que tampoco puede responder 
por sobrepasar todas sus facultades.

Immanuel Kant

Tenemos la capacidad de hacer las cosas más nobles, pero que esto no nos haga omitir nuestras miserias, la parte más oscura del ser humano. No digo nada nuevo, parece que tenemos una gran tendencia a olvidarlo, a no querer tenerlo demasiado presente en civilizaciones avanzadas que no aprenden las duras lecciones del pasado. De acuerdo con Hannah Arendt <<Nadie consagrado a pensar sobre la historia y la política puede permanecer ignorante del enorme papel que la violencia siempre ha tenido en los asuntos humanos>>, pero que nada de esto impida dar un enorme valor al conocimiento y la ciencia de nuestro tiempo: por muy grandes que hayan sido nuestras salvajadas, que desde el reducido tiempo que hacemos uso del fuego de nuestro intelecto hayamos sido capaces de indagar y teorizar hasta niveles increíbles los orígenes de la vida y del universo, a leer el genoma humano o eliminar tumores sin intervención quirúrgica, para mí quiere decir que, en contrapartida, somos una especie con un potencial difícil de definir que nos hace positivamente singulares y privilegiados.

De alguna manera el Universo ha desarrollado partes de sí mismo 

que han sido capaces de observarse y contemplar lo que le rodea. 

Los primeros minutos del Universo dejaron como legado un mar de átomos simples, 

totalmente inapropiado por el progreso. 

Las primeras estrellas, masivas, aisladas y huérfanas de compañeros, 

formaron nuevos elementos que enriquecieron el Cosmos y lo llenaron de posibilidades. 

Los soles de las próximas generaciones se vieron rodeados de planetas 

y cuerpos menores que, a su vez, 

contenían todos los ingredientes moleculares 

que hoy entendemos como básicos por la aparición de la vida y su evolución.

VVAA. Orígenes. El universo, la vida, los humanos. 

 https://www.planetadelibros.com/libros_contenido_extra/31/30722_Origenes.pdf

Ilustración del Breviculum de Ramon Llull explicando la Ars Magna, 1325;  
y miniatura del año 950-955.

Expulsión del Paraíso, Michelangelo Buonarroti. Capella Sixtina, 1508-1513

Árbol de la vida de Ernst Haeckel (8)

Porque, ¿Quién de cuantos tan insensatamente lo miran por encima del hombro
está tan en orden o es tan sabio como el universo?
¿Habrá, en cambio, alguien tan perezoso de mente  
y tan reacio a toda inferencia 
 que, al contemplar el panorama  
de bellezas que hay en el mundo sensible, 
al ver un conjunto tan bien proporcionado y este grandioso y perfecto ordenamiento  
y la forma que se traduce en los astros aun estando tan distantes, 
no infiera de aquí, sobrecogido de respeto sacro, 
de la calidad de los efectos la calidad de las causas? 
Entonces es que no se percató de las cosas de aquí,
ni vio las de allá.

Plotino

Árbol de la vida en el Palacio de Shaki Khans, Azerbaiyán, s. XVII

1. (Aristóteles, Met. 980a)
2. <<Somos una especie entre un millón y medio de animales, un mamífero entre cuatro mil, un primate entre los trescientos y pocos que habitan actualmente este planeta>> (Bruner, 2018).https://www.investigacionyciencia.es/blogs/medicina-y-biologia/80/posts/em-ubi-homo-minor-cessat-em-17006) + https://www.bbvaopenmind.com/ciencia/fisica/todas-las-teorias-por-las-que-recibimos-premios-nobel-seran-reemplazadas/
3. Plagues and the Paradox of Progress Why the World Is Getting Healthier in Worrisome Ways. T. J. Bollyky; https://mitpress.mit.edu/books/plagues-and-paradox-progress.
4. Dan. 2.31–35
5. Presente en varias épocas y culturas, la idea de simbolizar el conocimiento de forma arborescente es <<la mejor manera de exponer las trayectorias evolutivas que han producido la biodiversidad actual desde el origen –o orígenes– de la vida a partir de la química existente en la Tierra primitiva>> (Briones, 2015; https://naukas.com/2015/09/29/origenes-el-universo-la-vida-los-humanos/).
6. Sura 2:36.
7. <<La humanización es la emergencia de la inteligencia operativa que se produce a partir de su socialización o, con otras palabras, la adquisición de la capacidad de pensar sobre nuestra inteligencia para entender el proceso de la vida, para adaptarnos mediante el conocimiento, la tecnología y el pensamiento.>> ('Ens farem humans ?' E. Carbonell. pg. 24. Cossetània. 1ª ed. Valls. 2015).
8. <<Durante años, los investigadores, empleando datos de secuencias genéticas y de morfología, han construido decenas de miles de árboles evolutivos que describen la historia evolutiva de animales, plantas y microbios. Ahora, un grupo de investigadores han aplicado un proceso eficaz y automático para asemejar los árboles publicados en un único árbol de la vida completo. Este árbol, y los datos que lo soportan, está disponible en internet (Open Tree of Life) y es la primera versión de un árbol de la vida universal con 2,3 millones de entradas.>> (López-Goñi, 2015) + https://www.investigacionyciencia.es/blogs/medicina-y-biologia/43/posts/el-rbol-de-la-vida-v1-0-13616.

Ilustración nº 8 del Manuscrito de Oxford i Arbre de medecina lul.liana según los Manuscritos Palma

Ilustración de la medicina tradicional india, Punjab, 1700.